Reportaje de las celebraciones de la regata de Donostia, la Bandera de la Concha, septiembre.
Otro año más que voy a disfrutar de la fotografía de retrato en uno de los eventos más emotivos del calendario deportivo: la Bandera de la Concha de Donostia.
Sencillamente impresionante; la afición, la pasión y la entrega de la gente que se amontona allí para animar a los suyos. Y después de la regata, para seguir dándoles el apoyo a pesar del resultado.
Se generan auténticas mareas de puro color, que llegan y pasan. Lo mismo ves todo de amarillo, allá donde miras, que dos minutos más tarde es todo morado. O verde, o fucsia, o azúl, rojo, rojinegro, verdinegro, blanco. Hay que estar allí para vivirlo. No es algo fácilmente imaginable. Porque además, llegan a modo de ordas con el estruendo de sus cánticos, orquestados por fanfarrias y bandas de músicos. Hay que vivirlo. Es maravilloso.
Los fotógrafos que allí vamos, no paramos, estamos en alerta permanente, porque te descuidas y te pierdes un fotón. Aficionados enajenados, maquillados, ataviados con las prendas de su club, con banderas, pañuelos, bengalas. Un espectáculo.
Como todo no puede ser, me perdí de nuevo la regata y las fotos de remadas y ciabogas... esas mismas que he hecho ya en varias regatas desde tierra y desde el mar en alguno de los barcos de la organización. Esta regata es especial. Ganar la Bandera de la Concha, "el trapo", es como ganar la Champións del fútbol... no hay nada más grande ni importante en el remo. Como somos vascos... nada más importante en el mundo del remo. Ni olimpiadas ni mundiales... "El trapo" es la máxima aspiración. Y en esta regata, lo verdaderamente emocionante se da en el embarcadero, en donde la afición, anima a los suyos al hacerse al agua como a la vuelta tras la disputa.
Este año, la embarcación dominadora de la Liga San Miguel ACT, ha sido la Ama Guadalupekoa de Hondarribia, que se ha llevado la victoria de la Corona (la liga de regatas). Y era la favorita a llevarse el trapo por tan solo dos segundos sobre la Bou Bizkaia, embarcación de Urdaibai, tras la primera prueba de la regata la semana anterior. Pero no pudo ser y la victoria fue para Urdaibai.
En la regata femenina, ganó San Juan. Lo cierto es que las chicas son un espectáculo de alegría, deportividad y respeto. De ellas son las mejores fotos, por la expresividad, la entrega y las poses que como señoritas coquetas que son, nos regalan; (por favor, que no se me entienda mal esta frase... jajaja.)
No sé mucho más de lo que pasó. Estaba tan absorto, buscando encuadres para los retratos, que no me enteré de más.
Volveré.