Ruta en el parque natural de Izki, desde Antoñana, por la sierra de Entzia, octubre.
Otro buen y reconfortante paseo el que me he dado con dos compañeras de Denbora, por esta zona tan bonita, continuación geográfica de la sierra de Urbasa.
Paseo para todos los públicos y edades... que estén mínimamente en forma. Difícil no, peligroso lo habitual de andar por monte, pero hay que tener un poco de atención: hay algunos pasos de piedras sueltas y hay que pisar con atención, hay otros tramos en los que la pendiente es destacada y hay que agarrase a alguna cuerda para ayudarse. Pero si habéis leído más entradas de mis reportajes, sabréis que tengo mucho vértigo y hay lugares por los cuales tengo más que respeto o ni me atrevo a pasar; no es el caso, no tuve miedo en ningún punto.
El entorno es de los que te cargan las pilas, de esos casi espirituales donde retirarse una temporada si te asedia el estrés.
Tradicionalmente, la ruta que se hace es de Korres a Antoñana y volver. Nosotros tres, que fuimos un poco tarde y en octubre anochece pronto, decidimos comenzar desde Antoñana y llegar solo al alto de la sierra de Entzia y regresar. Eso eran un par de horas menos y nos daba pie a parar cuanto quisieramos para disfrutar de la fotografía por aquel bosque de hayas, encinas y tejos centenarios. Además de poder caminar por las calles, disfrutando de sus rincones y estética rural de otra época.
Altamente recomendable para cualquiera que disfrute de paseos en la naturaleza.
Terminamos tomando la pertinente cervecita, como merece cualquier buen paseo... ¡Con foto, por supuesto! pero esta vez, de la camarera que era un cielo.