Bilboko Aste Nagusia. Semana Grande de las fiestas de Bilbao. Parte I: el ambiente. Agosto.
He pasado unos cuantos días paseando por Bilbao durante las fiestas. Muy pocos años suelo aparecer por allí por las aglomeraciones de gente y el caos que supone si no vas expresamente a disfrutar bebiendo con amigos.
Por supuesto, la Aste Nagusia de Bilbao es mucho más que el consumo de alcohol. Hay una oferta cultural muy potente y actividades para todas las edades.
Pero, no se puede negar el peso social que tiene en la actividad festiva, el consumo de bebidas "animosas". Como fotógrafo, aparecen muchas oportunidades simpáticas y visualmente atractivas, con la gente un poco "alegre" incluso sin beber... es el espíritu de la fiesta, de las vacaciones, de querer pasarlo bien, aunque sea a base de refrescos.
Mi sorpresa de este año, desagradable, ha sido encontrarme con bastantes negaciones de muy malos modos, a pesar de mi buena disposición siempre pidiendo permiso antes y compartiendo la foto después.
Ha sido un buen indicador de dos factores bien diferentes, pero quizás conexos.
- El primero es cómo la gente se está sensibilizando no permitiendo ser fotografiados; generalmente consigo la aceptación de las personas que quiero retratar, pero en estas fiestas, han sido demasiadas personas las que se han negado. Es curioso, hasta ridículo, cómo después no tienen nigún pudor en hacerse selfies a cascoporro para colgarlos en sus cuentas de redes sociales por todos conocidas.
- El segundo es el machismo. Tristemente me ha ocurrido en dos ocasiones distintas, con distintas personas, en estas fiestas, algo que no me había ocurrido jamás... nunca, en ningún lugar; al hacerle un retrato a una chica, claramente mayor de edad y con su consentimiento previo... de repente, aparece "su pareja" en plan gorila, bramando frases no reproducibles, contra mí, contra la dignidad de ella... para que borrase la foto, o le diese la tarjeta y amenazas aun más serias. Borrar las fotos y punto, una pena por ella, que se pierde un gran retrato... la cuestión es que me ha hecho pensar mucho... ¿acaso no son ellas conscientes y mayorcitas para decidir qué quieren hacer con su vida? ¿No hemos progresado con tanta información en medios, redes,...? ¿un energúmeno les dirá qué tiene que hacer, cómo vestir, con quién hablar... y si se pueden hacer o no una foto? Triste, muy triste la verdad. Me niego a creer que sean tontas. No sé cual es la razón para que esto ocurra. No soy capaz de comprenderla. Hasta me puso en guardia en prevención de terceras ocasiones. Triste... muy triste
Pero la vida es mucho más y tiene que haber de todo, ¿verdad? Y hay muchísimo bueno... y lo quiero.