Calendario Solidario con los niños del Sáhara, Julio
En colaboración con algunos socios de Denbora, la asociación de fotografía de Barakaldo, he participado en la realización de un calendario solidario en favor de los niños refugiados del Sáhara, haciendo retratos a varios artistas y personas famosas, que han cedido desinteresadamente su imagen en favor de esta causa: "Mi casa es tu casa".
Cantantes como Adolfo Cabrales "Fito" (de Fito y los Fitipaldis), Iñaki Ortiz de Villalba (Cantante de Betagarri), el escritor Jon Arretxe, la presentadora de ETB África o el director de radio y locutor Javier Onaindia, que nos han abierto las puertas de su casa para posar con los niños.
Esta iniciativa ha nacido por Ferroviarios Vascos Sin Fronteras-Euskal Trenbideetako Langileak Mugarik Gabe, que son un grupo de trabajadores/as de Euskotren y Metro especialmente sensibilizados con la causa saharaui y que emplean mucho de su tiempo libre en promover iniciativas que acerquen a esos pequeños otra forma de vida. Y no solo eso; les ayudan para que, una vez al año, visiten al dentista, al oculista y se hagan una revisión pediátrica.
Niños y niñas saharauis que van a pasar dos meses en Euskadi en los Bakelekus de Orduña y Kuartango gracias a ellos.
Para el reportaje fotográfico viajamos a los hogares de todos ellos, Bilbao, Aulesti, Gernika, Gasteiz...
Manuel Ramos, Josune Reoyo y yo, hemos participado de modo altruista en esta acción solidaria, de igual modo, ofreciendo nuestro trabajo gratis. Más socios de Denbora querían haber participado, pero no había espacio para todos, teniendo en cuenta que las personas VIP nos abrían las puertas de su casa y ya éramos muchos.
En lo personal siempre es una buena experiencia, y como me ha ocurrido en ocasiones anteriores, descubres tras el aura del éxito, gente humilde y generosa.
Pero sobre todo, me quedé asombrado de la educación tan respetuosa que tenían estos niños; no tocaban nada, no hacían ruido ni gritaban, pedían permiso hasta para beber el refresco una vez que les habían servido... supongo que ni tanto ni tan poco, pero te hace reflexionar sobre cómo educamos a nuestros hijos. Otro impacto emocional era ver cómo vivían estímulos nuevos como mirar el mar que nunca antes habían visto.